Los Toros de Guisando son unas asombrosas esculturas talladas en piedra. Se trata de cuatro toros, de la época de la España pre-romana, que datan de los siglos II y I a.C.

Se encuentran localizados en el término municipal de El Tiemblo (Ávila). Aquí os dejo un vídeo que grabé cuando lo visité para que podáis contemplar esta maravilla:

 

 

Como llegar:

Desde Madrid hay que coger la carretera M-501, también conocida como “carretera de los pantanos” y pasando San Martín de Valdeiglesias en dirección a Ávila, hay un cartel que indica donde coger el desvío a la atracción turística “Toros de Guisando”.

Está a unos 9 Km. de El Tiemblo, junto a la Cañada Real, en la margen izquierda del arroyo Tórtolas.

 

 Horarios:

Abierto todos los viernes, sábados, domingos y festivos del año, además de los tres primeros miércoles de cada mes, a excepción de los días 24, 25, 31 de Diciembre y 1 de Enero.

– Apertura y cierre:

En verano, desde las 10:00 horas hasta las 14:00 y desde las 15:00 hasta las 21:00. En Invierno, desde las 10:00 hasta las 14:00 y desde las 15:00 hasta las 18:00.

Comprendiendo el horario de verano desde el 15 de Abril hasta el 15 de Octubre y el horario de invierno desde el 16 de Octubre hasta el 14 de Abril.

Los viernes únicamente se abrirá el monumento al visitante por la tarde, el resto de días se abrirá mañana y tarde.

Precio:

El precio de la entrada es de 2 euros por persona, e incluirá un librito de 8 páginas con información básica del monumento.
Los menores de 14 años, accederán gratuitamente al monumento, siempre acompañados de al menos una persona mayor de edad.

– Días de visita gratuita:

El primer viernes de cada mes, y los 3 primeros miércoles de cada mes.

 

Un poco de historia:

Además en este lugar se produjo el famoso Tratado de los Toros de Guisando en 1468, en el que el Rey Enrique IV se reunió con su hermana Isabel la Católica el 19 de septiembre de 1468 y la juró por princesa heredera del Reino de Castilla. Por este hecho, este lugar se conoce como la Venta Juradera de la que se conserva tan sólo un muro con unas inscripciones, allí mismo a pocos metros de los toros, saliendo del recinto, siguiendo el muro se llega hasta él.